Reflexión.

Mi reflexión se plantea sobre la segunda charla Filosofía y Tecnología.

Los seres humanos cada vez tenemos más poder. El avance de la tecnología nos ha permitido hacer realidad sueños que solo eran posibles en nuestra imaginación, desde que una persona soñó con volar (algo impensable entonces) hasta clonar a un ser vivo. Ambos han sido posibles gracias a la tecnología y a la ambición del ser humano. Si, podemos afirmar que el ser humano busca hacer realidad sus sueños. Pero, ¿dónde esta el límite?, ¿qué se nos permite y que no?

Para controlar esta lluvia de ideas pero no retrasar el avance de la ciencia, el ser humano comprendió que la tecnología también tenía que ir ligada con la filosofía y la ética. Hay varias cuestiones que aún siguen debatiéndose debido al conflicto ético que las concierne. Una de las que más me han interesado es: ¿Es ético el uso de la eutanasia?

Se denomina eutanasia a toda acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes enfermos o terminales, acelera su muerte con su consentimiento o sin él. La palabra deriva del griego:eu (‘bueno’) y thanatos (‘muerte’).

Ahora esta practica está prohibida en nuestro país junto a varios otros. Se tacha de "no ética" ya que en definitiva consiste en eso, quitarle la vida a una persona. Pero yo he reflexionado al respecto y yo no creo que no sea ética. Entiendo que es un tema delicado, pero si somos libres para vivir ¿por qué no podemos serlo para hacer con esa vida lo que queramos? El código ético de la medicina dice que siempre se a de hacer todo lo posible y luchar por la vida del paciente mientras haya esperanza, pero ¿y sí para esa persona ya no hay esperanza? Si, es un tema delicado este de la vida, por ello deberíamos ser dueños de nuestra propia vida y poder decidir cuando queramos acabar con ella. ¿Para que vivir si estamos sufriendo? ¿Eso es vida? ¿Y si yo no quiero una vida con dolor? La eutanasia debería ser legal en nuestro país, siempre y cuando se tenga autorización del paciente y éste esté en estado terminal o vegetativo. Somos libres para vivir, y somos libres para morir.