lunes, 14 de febrero de 2011

El Amor.


El amor es una enfermedad que duración relativa. Se puede padecer entre ocho meses hasta dos años, y ya los casos más graves incluso toda la vida. La persona que lo padece identifica rápidamente los síntomas: cosquilleo, mareos, naúseas, insomnio, falta de concentración, estupidez aguda, tartamudeo, nerviosismo... etc. En cuanto el sujeto en cuestión identifica estos síntomas, corre rápidamente a hablar con un especialista que pueda aconsejarle, su mejor amigo. Cuando el amigo confirma el diagnóstico, ya no hay nada que hacer. Ahora queda buscar de donde viene esta enfermedad, principalmente el virus es otra persona, que a los ojos del enfermo, no es una persona si no el ser maravilloso y totalmente perfecto (otro síntoma). Esta enfermedad la ha padecido la humanidad desde el principio de los tiempos. Eso si, si coincides con padecerla por una persona, y que esta misma también de ti, la enfermedad se convierte en un estado de felicidad permanente. Para conservar esta situación se debe seguir una medicación estricta: respeto, afecto, comprensión, consideración... Os deseo a todos una larga enfermedad y con ello, mucha felicidad.

lunes, 7 de febrero de 2011

Aristóteles.

Aristóteles afirma que la vida tiene una finalidad: la felicidad. Las personas buscamos durante nuestra vida encontrar la felicidad y sólo lo podemos hacer mediante las virtudes.
Las virtudes nos dan fuerza y hay que situarlas en el mundo de la acción humana. Para ello propone un modelo ético en el que se hace una reflexión sobre la acción humana en busca de la felicidad. La virtud se sitúa en el campo entre el exceso y el defecto, el justo medio.
La virtud se encuentra a partir de la práctica. Las personas no sabemos lo que es la generosidad, la justicia... etc, no son conceptos teóricos. La única forma de aprender de verdad estos valores es mediante la práctica, mediante un modelo de nuestras virtudes. Debemos fijarnos en las personas excelentes, los magníficos, y así cuando me pregunte, por ejemplo: ¿A quién me gustaría tener a mi lado, para que me apoye, o para que me dé algún bien? La persona que nos venga a la cabeza, seguramente, sea un generoso.
Pero tenemos que tener cuidado a la hora de elegir esos modelos, ya que fácilmente pueden ser valores que no se encuentren en el justo medio.
Desde pequeños nos rodeamos de personas que nos influyen, y a medida que vamos creciendo nuestros modelos cambian. Virtudes que no dábamos importancia, a medida que crecemos podemos verlos como preferentes. Sobretodo en la infancia es cuando más nos fijamos en las personas que nos rodean y buscamos esas virtudes.
Por eso, considero importante que reflexionemos sobre que virtudes estamos promoviendo en la sociedad actual y que modelos son los que destacan, porque esas puedes ser las virtudes que adquieran nuestros hijos, y pueden no ser las más correctas.
En mi opinión, la gente ha descuidado a la hora de seguir las virtudes y cada vez la gente olvida más valores como la sinceridad, sensatez, la honradez...etc.
Pero también es verdad que somos más tolerantes y más libres.
Deberíamos mostrar, sobretodo a las nuevas generaciones, el valor de la ética y de las virtudes fundamentales, así serán más felices.

SÓCRATES 1/5: INTELECTUALISMO MORAL