Ahora que estamos hablando de cómo se organiza una cuidad, la globalización, la política, y que valores se debe tener en cuenta para el bienestar general e individual de los ciudadanos, creo que esta noticia es buena analizarla en este momento.
Con la globalización de los medios de comunicación, hemos podido observar todas las revoluciones y conflictos con el gobierno que se están teniendo en muchos países, de todos los rincones del planeta. Ahora esta ocurriendo en nuestro país. El pueblo se ha echado a las calles a reclamar una democracia real, una política real, en la que el bienestar de todos los ciudadanos sea el objetivo principal del gobierno, de todas aquellas personas que hemos elegido para que nos representen. Este movimiento es el del 15M Y después de ver esto, ¿realmente se está haciendo un uso correcto de la política? ¿existe la democracia o se ha alejado ya tanto del modelo utópico, que simplemente es una triste ilusión?
Estas son las preguntas que se plantean estos ciudadanos. Parece que los políticos se han olvidado que están ahí por nosotros, que el pueblo es quien gobierna a los políticos, no al revés.
Lo más interesante de la noticia, es que no es una manifestación como las que ya ha habido en muchas ocasiones frente a un partido, a una ideología o a una medida de un partido. No. Esta vez, ni siquiera es una protesta al Gobierno, es una protesta a la política, al sistema político, a como se lleva a cabo y de que manera nos afecta. Ellos mismos afirman que no representan a ningún partido, y entre las pancartas observamos personas de todas las ideologías, de todos los estilos, de todos los países, pero todos ciudadanos que quieren un cambio, y lo exigen. Porque el concurso de popularidad en el que se ha convertido las elecciones, en esta época lo observamos mejor que nunca, ya se ve demasiado. Me abruma mucho este movimiento, me llena de orgullo y me uno totalmente a sus demandas, por que es un símbolo de unión y de conciencia ciudadana. Cuando la democracia parecía dormida, el pueblo se levanta y vuelve a hacerse dueño de lo que siempre le ha pertenecido, el poder.
Los políticos en cambio, en vez de sentirse orgullosos de estas protestas, y avergonzados principalmente al hacer un repaso de sus actos, se han dedicado a decir que su partido oponente es el responsable de estas protestas. Es ya ridículo. Me parece tan hipócrita, incluso inmaduro. En vez de pararse a pensar en lo que simboliza esto, busca excusas y acusaciones para utilizarlo para su campaña. Lo que han olvidado, es que si el pueblo es quien habla, y ellos quien no los escuchan, ¿quién les vota? ¿ellos se votarían?.
Los medios de comunicación, la mayoría directamente relacionados con una ideología, lo único que han destacado, es la apariencia de muchos de los manifestantes, llamándolos porreros y hasta "guarros", para tacharlos así de que su criterio y sus quejas no son de importancia y valor. Es totalmente anti-periodístico.
Les deseo mucha suerte a todos estos ciudadanos, a los que me uno como ciudadana, y hago una llamada a los políticos de reflexión y que asuman su papel, como representantes del pueblo, y no como agresores de este.